Se inicia en 1988 (JCyL) con el estudio de vertederos de residuos industriales proponiendo ubicaciones para su instalación en la Comunidad Autónoma, se continua con un macroproyecto encaminado a conocer la calidad de las aguas de la comunidad proponiendo una red de vigilancia y examinando aquellas actividades, principalmente agrarias, que implicaban un mayor riesgo para las aguas tanto superficiales como subterráneas. Se ha examinado el papel que las garzas pueden realizar como indicadores medioambientales y se han analizado aguas, sedimentos, peces, mamíferos para ver la incidencia que plaguicidas y venenos, así como sus productos de degradación, ejercen.
Dentro de esta línea también se ha examinado la persistencia y degradación de numerosos compuestos empleados en el tratamiento de plagas incluyendo acciones sobre productos cultivados en invernadero. Todo ello se ha realizado desarrollando metodología multiresiduo y en ciertos casos de residuo único. Los aspectos más recientes se centran en la búsqueda de soluciones para el tratamiento de la plaga de roedores que asola periódicamente y con gran virulencia a nuestra Comunidad, se están examinando nuevos rodenticidas y tratando de proponer formas más novedosas y selectivas de aplicación.